martes, 18 de abril de 2017

CONSERVACIÓN DEL MOMENTO

El principio de conservación del momento lineal nos enuncia que en un circuito aislado, es decir, un sistema en el cual no actúan fuerzas exteriores o la suma de todas ellas es nula, la suma de todos los momentos lineales de las partículas que lo componen ha quedado constante en el tiempo:
                                                                    (ptotal) Inicial = (ptotal) Final

Este principio lo podemos conseguir a partir de la segunda ley de Newton:

Esta expresión se usa en colisiones. En este caso, un objeto en movimiento (con determinado momento lineal), golpea otro y, como que el momento total se conserva, si disminuye la velocidad, el otro aumenta. En general, en cualquier colisión, ya sea entre partículas subatómicas o entre automóviles, se considera que mientras ocurre el impacto no actúan fuerzas exteriores en el sistema. Aunque no es del todo cierto, es una aproximación muy buena para considerar negligentes las fuerzas exteriores, porque suelen ser mucho más pequeñas que las interiores.


Otro caso en el cual se conserva el momento lineal del sistema es el de una explosión. Se puede considerar que en una explosión solo actúan las fuerzas internas entre partes del sistema, por tanto hay conservación del momento. Por ejemplo, cuando explotan los fuegos artificiales, la dirección y la velocidad de los fragmentos obedecen al principio de conservación.

El efecto de retroceso de las armas de fuego es otro ejemplo. Antes de disparar, si el arma está en reposo, el momento es cero. En el proceso de disparar solo actúan fuerzas internas, por tanto el momento se conservará, y después de salir el proyectil también será cero.

En el movimiento de los aviones de reacción y de cohetes también se conserva el momento. La nave gana una cantidad de movimiento hacia delante del mismo módulo que la cantidad de movimiento ganada por los gases de la combustión al ser expulsados.


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